jueves, 21 de junio de 2012

La velocidad en una tirolina

El cálculo de la velocidad que un cuerpo puede alcanzar al lanzarlo por una tirolina, ha sido otra de las actividades que formaban parte del proyecto "Mates en el parque".

En un principio, cuando apareció en clase este problema, propuesto por los mismos alumnos, éstos reducían la solución a la división entre el espacio recorrido y el tiempo invertido, es decir, a un movimiento rectilíneo uniforme, debido, seguramente, a los primitivos conocimientos de Física que habían adquirido hasta el momento.

Era el momento de hacer la pregunta "¿Pensáis que la velocidad es siempre la misma durante todo el recorrido?", a la que respondieron que "evidentemente que no", sin relacionar ésta con la hipótesis inicial de que el movimiento no tenía aceleración.

El siguiente paso fue decidir cómo medir esas variaciones de velocidad. Una de las propuestas fue la de poner marcas en el suelo durante el trayecto y, mediante un cronómetro, medir el tiempo entre marca y marca. Esta fue la estrategia que siguió algún grupo para realizar la actividad.

Un grupo mejoró esa idea proponiendo grabar en vídeo la acción, aunque mantenía las marcas del anterior. Yo añadí una variación más, utilizar un programa informático de vídeo para añadir tantas marcas como se quisiera, haciendo las mediciones directamente en la pantalla del ordenador. Esta estrategia la siguieron un par de grupos.

Sin que los alumnos lo supieran, y porque son conceptos más abstractos que verán más adelante, estaban haciendo una aproximación al cálculo de la derivada de una función en un punto.

En estos dos grupos más avanzados, una vez calculados los datos y pasadas las unidades al sistema internacional (para lo que tendrían que establecer el número de fotogramas por segundo de su grabación y calcular la escala de la imagen), realizaron una gráfica para intentar averiguar el tipo de movimiento:


Los alumnos, acostumbrados ya al uso de rectas de regresión, calcularon mediante una hoja de cálculo el modelo matemático que se ve en la imagen de la derecha. Como el coeficiente de determinación R2 era muy cercano a 1, concluyeron que la función que mejor se aproximaba a los datos era lineal.

Aunque les costó entender cómo explicar este resultado, con mi ayuda finalmente llegaron a la conclusión de que, en contra de lo que supusimos, la velocidad era prácticamente constante, e igual a la pendiente de la recta, aunque apreciaron que parecía crecer más rápido hasta la mitad del recorrido, como cabía esperar.

Reflexionando, dijeron que en una tirolina de mayor longitud (la nuestra era de un parque infantil), los cambios de velocidad serían mayores. Les animé a construir una a escala para comprobarlo, pero lo descartaron. Lo probaré el próximo curso, colaborando con el profesor de Tecnología, Juanjo, que también nos acompañó a la salida.

En definitiva, una actividad que contiene muchos conceptos matemáticos, desde los más elementales, como escalas, cambios de unidades, gráficas a partir de tablas de valores, hasta algunos que se tratan en bachillerato, como los límites o las derivadas, desde aspectos gráficos simples como lo es una recta, hasta los puntos de inflexión, en los que ocurren cambios significativos en el crecimiento, pasando por los lugares geométricos como la elipse, curva que describe el cuerpo que se desplaza por la tirolina. Y también permite el estudio de ciertas funciones que, pese a ser habituales en nuestro entorno, no suelen aparecer en los currículos. Sería el caso de la catenaria.

2 comentarios:

  1. Hola Agustí,
    Enhorabuena por el proyecto!! Me ha encantado, sobre todo el hecho de que los problemas surjan de ellos, creo que es básico en el PBL.
    Una de las cosas que me gustaría saber cual es la valoración de los proyectos por alumnos, padres y tu mismo. Y siguiendo con lo mimsmo, ¿piensas repetir?
    Seguiremos en contacto, ya te sigo en twiter y te he añadido a los RSS.
    Un abrazo.

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  2. Hola.
    Perdona que no te haya contestado antes. En verano suelo desconectar todo lo que puedo y hasta que no ha arrancado el curso no he empezado a arrancar con el blog.
    La valoración de alumnos es buena, aunque en un alto porcentaje preferirían seguir trabajando de manera clásica: el profe explica, hay temas más o menos independientes, etc. Muchos de ellos admiten que es por comodidad, ya que el trabajo por proyectos o por problemas les requiere más esfuerzo. No están acostumbrados a pensar, pero también a esto se puede enseñar y aprender.
    De los padres no tengo valoración, creo que, aunque puedan opinar, la mayoría de ellos no tendrán suficiente criterio, a no ser que se dediquen a la enseñanza y conozcan esta metodología.
    Para este curso voy a volver a trabajar así, ya no veo otra forma. Este año los alumnos que han continuado en nuestra escuela y hacen bachillerato me permitirán ver cuál es el nivel conseguido, no sólo en cuanto a contenidos, sino en competencias a la hora de enfrentarse a nuevos problemas. El hecho de tener bachillerato, me ha permitido ver, en los 12 años que ejerzo la docencia, que los contenidos y las técnicas se difuminan de un curso a otro, pero la capacidad para plantear o resolver problemas, no.
    Gracias por tu interés y no dudes en contactar conmigo para intercambiar ideas, materiales, recursos, etc.
    Un saludo y buen curso.

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