martes, 8 de abril de 2014

Valoración del proyecto "Mates al parc"

Dentro de la unidad 1, una de las tareas principales consiste en evaluar un proyecto. En este caso, he escogido uno que llevé a cabo con alumnos de 4º de ESO, en la asignatura que imparto: matemàticas.

La presentación es la siguiente, aunque también está la transcripción a continuación:


Para hacer la valoración del proyecto he utilizado el cuestionario suministrado por los organizadores del curso, que consiste en evaluar tres niveles: preparación, análisis y evaluación.

En este mismo blog aparecen entradas que realicé sobre este proyecto, a modo de diario, y que ahora pueden servir para aportar más información sobre mi valoración.

Para realizar este proyecto, agrupé a los alumnos según sus preferencias. Elaboré un cuestionario en el que tenían que elegir a tres personas, por orden de preferencia, y les asigné según una nota de afinidad. En otros proyectos los he agrupado homogéneamente según resultados académicos (no solo en matemáticas, sino a nivel global) o según capacidad de liderazgo.

Por contra a otros trabajos/proyectos/problemas que planteé en clase durante ese curso, en este, hacer matemáticas en el parque, empecé proponiendo a los alumnos una lluvia de ideas sobre el tema, como les dije a ellos, "poniéndonos unas gafas matemáticas".

Una vez seleccionado el parque, próximo al centro, y visto por Google Maps para conocer más detalle, comenzamos la lluvia de ideas. Al principio, como debe ser normal, costó empezar, pero luego surgieron bastantes ideas, como calcular alturas de árboles, la velocidad en una tirolina, medir desniveles, calcular áreas, medir sombras, calcular la incidencia de los rayos solares, determinar la relación entre altura de un árbol y diámetro del tronco, etcétera. Algunas de estas ideas parecen estar basadas en algunos problemas que debieron realizar en otros cursos.

Cuando habíamos recopilado suficientes ideas, clasifiqué los diferentes problemas según la dificultad y los alumnos tenían que escogerlos variados. De cada problema, los grupos tenían que elaborar una ficha a modo de guión de trabajo, en la que deberían hacer constar el título, un "cómo lo vamos a hacer", la lista de materiales necesarios y el "cómo lo hemos hecho" (esta última parte sobre el terreno). Debían acompañar la ficha de dibujos y/o fotos ilustrativas del planteamiento y del proceso seguido. El conjunto de estas fichas sería el producto final del proyecto


La siguiente fase fue buscar las herramientas, matemáticas e instrumentales, necesarias para resolver los problemas planteados. Como la mayoría de temas se centra en la trigonometría, no les costó encontrar los instrumentos necesarios para hacer mediciones ni cómo construirlos. Tuvieron más dificultades en las matemáticas y aquí se hizo necesario hacer algunas sesiones comunes para que se familiarizaran con ellas. Incluso algunas son más propias de bachillerato, pero se usaron sin formalizar en exceso.

En la visita al parque debían seguir el guión descrito en las fichas y recopilar los datos que fueran necesarios para dar respuesta al problema. Aquí algunos grupos tuvieron que cambiar sobre la marcha algunos planteamientos que no supieron prever en el aula.


Finalmente, ya en el centro, tanto en el aula como en la sala de informática, los alumnos debían tratar los datos que habían recopilado y extraer las conclusiones de los resultados.


Una vez realizado el cuestionario de valoración de proyectos, paso a comentar las fortalezas y debilidades del diseño de este.

En cuanto a la preparación del proyecto, la principal debilidad que he detectado es la de no definir previamente indicadores para evaluar el proyecto y determinar si ha tenido o no éxito. Tal vez porque fundamenté el hecho de tenerlo o no en si los alumnos serían capaces de utilizar las herramientas matemáticas trabadas en una prueba escrita, sin tener en cuenta otros indicadores que también podrían ser importantes.

Más satisfecho estoy de los objetivos de aprendizaje, no solo porque creo que quedaron bien definidos, sino también porque hice participe a los alumnos de ellos, es decir, construimos entre todos los objetivos a alcanzar. Evidentemente, siguiendo lo que por currículo debían saber y acorde a su nivel educativo, sin descartar ampliar conocimientos, aunque fuera sin fundamentarlos totalmente. También de que las diferentes actividades se podían adaptar a las diferentes capacidades de los alumnos, consiguiendo atender a la diversidad de la clase.

Analizando el proyecto a partir de los ítems del cuestionario, detecto que la temporización de algunas actividades no estuvo detallada, sobre todo la del tratamiento que tenían que hacer después de la visita al parque. Creo que es algo a tener muy en cuenta para que los alumnos aprendan a organizarse y se responsabilicen del trabajo que han de realizar. Otro aspecto que aparece en el cuestionario es el la asignación de roles. Desde mi punto de vista, creo que los alumnos tengan o no un rol dependerá del tipo de proyecto que se realice. En mi caso, prefiero los alumnos no lo tengan y que sean ellos los que se repartan algunas tareas en un momento concreto. Finalmente, otro aspecto que en el cuestionario está más flojo es el de otras personas que intervienen en el proyecto. Lo considero esencial, ya que las actividades interdisciplinares son mucho más ricas, tienen más contexto y permiten una aprendizaje más significativo. En mi centro de secundaria es un poco difícil conseguir este propósito, pero cuando lo he hecho, los resultados han sido muy buenos. Sin entrar en detalles, realicé un experimento, para 1º de bachillerato de ciencias, sobre el enfriamiento de sustancias con la profesora de química en el que aparecían contenidos de ambas materias (tengo el dossier por si a alguien le interesa).

Destaco de este bloque de evaluación la vinculación con experiencias previas de los alumnos, que los objetivos, como he comentado antes, al estar consensuados son conocidos plenamente por ellos, que saben perfectamente cuál será el producto final, pues lo trabajan directamente sobre fichas elaboradas por ellos mismos, que hay actividades que se realizan en su entorno más inmediato, que se usan materiales que ellos mismo han de construir y que se dan oportunidades para la interacción y la discusión (en el planteamiento de los problemas, en la redacción de las fichas, en la toma de datos, en el tratamiento de estos y en la elaboración de las conclusiones).

Finalmente, la revisión y la evaluación del proyecto es la parte más flojo de todo este. Aunque los alumnos se auto-evalúan, evalúan a sus compañeros, al profesor y al proyecto en sí, siempre he tenido dudas de cómo usar esta información, al menos en parte. Sin embargo, sí que se realizó una revisión completa de lo que yo pretendía que ellos aprendiesen y de aquello que habían aprendido sin que yo lo hubiera previsto

1 comentario: